Me encantan los dulces que llevan manzana, nueces y canela, lo que le convierte en uno de mis postres favoritos del centro de Europa.
El original lleva pasas, pero como a mi no me gustan no se las pongo.
Es muy fácil y rápido de hacer.
Ingredientes:
-1 lámina cuadrada de hojaldre
-3 manzanas (yo usé Royal Gala, porque apenas suelta agua)
-Dos cucharaditas de azúcar
-Un chorrito de esencia de vainilla
-50 g de nueces peladas y troceadas
-Una cucharada rasa de canela en polvo
-Una cucharada de mantequilla
-El zumo de un limón
-1 huevo batido para hornear
Para decorar: un poco de azúcar o azúcar glas con una pizca de canela
Proceso:
1º En una sartén echamos la mantequilla junto con las manzanas peladas y cortadas en cuadraditos. Añadimos el zumo de limón para que no se oxide. También incorporamos el azúcar, la vainilla, las nueces y la canela.
2º Dejamos que se haga todo unos minutos, hasta que quede bien doradito. En mi caso la mezcla no soltó agua, por el tipo de manzana. Si usáis otro tipo de manzana que suelte mucha agua deberéis añadir un poco de pan rallado. No mucho, lo justo para que absorba el agua y no quede líquido.
3º Precalentamos el horno a 200ºC. En la bandeja de horno ponemos una hoja de papel de horno o vegetal y extendemos el hojaldre. Ponemos el relleno en el centro del hojaldre dejando los bordes libres para poder enrollar bien.
5º Pintamos con un poco de huevo batido y horneamos hasta que esté bien dorado. Cuando salga del horno espolvoreamos un poco de azúcar con canela y ya lo tenemos.
Se puede comer tanto caliente como frío. Si os decantáis por el caliente podéis acompañar con un poco de nata montada y helado de vainilla, pero frío también está increíble.
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