Típica tarta de pastelería para cumpleaños, pero con unos toques originales y diferentes. Lleva como base el típico bizcocho genovés, pero casero y nata montada a mano con un poco de queso. Además que hecha en casa está muchísimo mejor.
Ingredientes:
Para el bizcocho:
-7 huevos
-220 g de harina de trigo, si es de repostería mejor, pero sin levadura.
-220 g de azúcar
Para el almíbar:
-Un chorrito de esencia de vainilla
-Una rama de canela
-400 ml de agua
-70 g de azúcar
Para el relleno:
-400 ml de nata para montar
-Cuatro cucharadas de azúcar (esto es al gusto)
-Esencia de vainilla
-200 g de queso para untar
Opcional (solo para la cobertura): 50 g de chocolate blanco
Para la decoración:
-Pistachos triturados
-Almendras laminadas
Proceso:
Para el bizcocho:
1º Para ello precalentamos el horno a 170ºC. Separamos las yemas de las claras de los huevos y en un bol batimos las yemas con el azúcar durante unos minutos hasta que aumente mucho el volumen y el color quede prácticamente blanco.
2º En otro bol batimos las claras a punto de nieve y añadimos a la mezcla anterior, mezclando bien con una cuchara de madera.
3º Añadimos la harina tamizada con ayuda de un colador y removemos con la cuchara de madera en un sentido y un poco rápido para meterle aire a la masa.
4º Vertemos la mezcla en un molde forrado con papel vegetal o untado en mantequilla. Horneamos a 170ºC durante una hora más o menos. Cuando esté listo dejamos enfriar unas cuantas horas antes de desmoldar y cortar.
Para el montaje:
1º Montamos la nata con un poco de azúcar y cuando esté prácticamente montada le añadimos el chorrito de esencia de vainilla y el queso para untar. Batimos un poco más hasta que todo esté bien montado y mezclado.
2º Preparamos el almíbar poniendo en un cazo el agua, la canela, la vainilla y el azúcar y dejamos que hierva durante unos minutos.
3º Cortamos el bizcocho en tres láminas. Ponemos una de ellas en el plato donde vayamos a servir y bañamos bien con el almíbar para que no quede seco, con ayuda de un pincel por ejemplo. Después echamos un poco de la mezcla de nata y distribuimos bien. Encima colocamos otra de las láminas de bizcocho bien bañada en el almíbar y volvemos a untar con la nata. Ponemos la última capa bien bañada también. En este momento he añadido el chocolate blanco fundido a lo que me sobra de la mezcla de queso con nata y he cubierto toda la tarta con eso.
4º Decoramos por el lateral con almendras laminadas y la parte de arriba con los pistachos triturados. Dejamos en la nevera unas cuantas horas, mejor dejarla de un día para otro.
El resultado no decepcionará.
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